Andrea Flores Hernández, Santa Cruz, Bolivia, SSH Blog Correspondent
59 mujeres. 59 mujeres de distintas regiones del país, de distintas edades, con distintas ambiciones. Todas ellas fueron víctimas de feminicidio en el primer semestre de este año. El feminicidio, se refiere al asesinato de mujeres por razones de género, y este tipo de asesinato ha cobrado más vidas femeninas que aquellos por inseguridad ciudadana.
Si bien el 9 de marzo de 2013, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, promulgó la ley n° 348 “Ley Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia”, aún falta mucho por hacer. La burocracia frena a la justicia y esto ocasiona que muy pocos casos terminen con una sentencia. “Mientras no se implemente la Ley 348 y la mujer no tenga que peregrinar institución por institución para ser atendida cuando va a denunciar violencia de género; y la policía, fiscales y jueces dejen los prejuicios machistas, va a ser muy difícil que los casos de violencia contra la mujer lleguen a sentencia. Hay que cambiar la mentalidad colonizada y patriarcal de nuestra sociedad.” sentencia Carmen Sandoval, abogada con amplio conocimiento sobre la violencia contra la mujer boliviana.
Es bueno que existan leyes que protejan a la mujer. Pero, ¿no sería excelente si esa ley no tuviera motivo para existir? Quizá suene utópico, irreal, o algo imposible; pero el imaginar una mejor sociedad ¿no es acaso el origen de comenzar acciones que la hagan posible?
En Bolivia, las autoridades denuncian y condenan la violencia contra la mujer, pero pocos alzan la voz en contra del diario acoso callejero, que también es violencia. ¿Por qué? ¿Acaso hemos tomado el acoso como algo “normal” en nuestra sociedad?
El feminicidio es la manera más extremista del hombre para demostrar que la mujer es un objeto, y la manera cotidiana de demostrar esta idea es el acoso en las calles. ¿Por qué debemos esperar a que una mujer sea víctima mortal para recién comenzar a hacer algo?
La idea de que la mujer es un objeto es el verdadero virus de la sociedad. Un hombre que piense que esa idea es verdadera jamás podrá respetar plenamente a una mujer. Un hombre que vea a la mujer como objeto nunca comprenderá que la mujer es un ser independiente de él.
No dejemos que las víctimas de feminicidio que hay en tu país o en el mío, se conviertan solamente en cifras. No dejemos que se conviertan en simples números que alimentan los miles de reportes acerca del tema. No olvidemos que luego de la cifra se encuentra la palabra “mujeres”. No olvidemos que esa palabra contiene fuerza, voluntad, sueños y deseos. Para esas 59 mujeres víctimas de feminicidio todo eso se extinguió. Pero nosotras seguimos aquí. Y mientras sigamos aquí, actuemos. Hagamos algo por evitar que otras mujeres se conviertan en víctimas. Hagamos algo para que tú y yo no seamos víctimas. Tratando de eliminar esta idea despreciable de ver a la mujer como mero objeto, extinguiremos de a poco la violencia más cotidiana, como es el acoso callejero, hasta la más extremista, como es el feminicidio.
Bolivia: The extremism of a primitive idea.
59 women. 59 women from different regions of the country, of different ages, with different ambitions. All these women were victims of femicide in the first half of the year. Femicide refers to the murder of women because of their gender, and this type of murder has claimed more lives than those of insecurity.
Even though the 9 of March 2013 the President of Bolivia, Evo Morales, promulgated the Law No. 348 “Integral Law to guarantee women a life free of violence,” much remains to be done. The bureaucracy slows justice and this causes very few cases end with a conviction. “While Law 348 is not implemented and the woman does not have to “pilgrimage” institution by institution, to denounce violence; and the police, prosecutors and judges do not leave male prejudices, will be very difficult for this type of violence come to judgment. We must change the colonized and patriarchal mentality of our society.” Says Carmen Sandoval, a lawyer with extensive knowledge on violence against Bolivian women.
It is good that there are laws to protect women. But would it not be great if that law had not reason to exist? It may sound utopian, unrealistic, or impossible; but imagine a better society is not perhaps the origin of starting actions that make it possible?
In Bolivia, authorities denounce and condemn violence against women, but few of them speak out against daily street harassment, which is also violence. Why? Have we taken the harassment as “normal” in our society?
Femicide is the most extreme way of a man to show that the woman is an object, and the daily way to prove this is the harassment on the streets. Why should we wait for a woman to be fatality to start doing something?
The idea that the woman is an object is the real virus of the society. A man who thinks that this idea is true will never fully respect a woman. A man who sees women as objects will never understand that woman is a human being independent of him.
Do not let the victims of femicide in your country or mine, become only numbers. Do not let them become simple numbers that feed the thousands of reports on the subject. Do not forget that after that number is the word “women.” Do not forget that words have power, will, dreams and desires. For these 59 women victims of femicide are dead. But we’re still here. And while we’re still here, we have to act. Let’s do something to prevent other women from becoming victims. Let’s do something in order that you and I cannot be victims. Trying to delete this despicable idea of seeing women as mere objects, we will slowly extinguish the daily violence, such as street harassment, to the more extreme, as is the femicide.
Andrea is in her second year of university, studying Social Communication. You can follow her on Twitter: @AndreaFlores116